El año que viene no hay cambios al respecto.
Durante todo el año se ha estado a vueltas con la posible imposición de peajes en las autopistas españolas a partir del año que viene, con idas y venidas que han tenido más que confundido a los conductores españoles. Es normal preguntarse qué carreteras será de peaje el próximo curso y cuáles dejarán de ser de peaje. Salgamos de dudas.
En septiembre de 2021 asistimos a la última vez que algunas carreteras dejaron de ser de peaje. Fueron los siguientes tramos:
- AP-7: entre Tarragona y La Jonquera (Gerona) y entre Montmeló y el Papiol
- AP-2
- C-32 y C-33
Éstas pasaron a ser gestionadas por Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (en los dos primeros casos) y por la Generalitat de Catalunya (en los dos últimos).
¿Va a ocurrir lo mismo en 2024? La respuesta es que no, para el año que viene no hay ningún tramo nuevo o carretera completa que vaya a ser liberalizada del pago de peajes, puesto que no caduca ninguna de las concesiones de peajes que se otorgaron en el pasado.
Eso sí, ha habido una novedad relevante en los últimos meses respecto los peajes: tras mucha deliberación, se ha conseguido que en las autopistas españolas no se imponga en 2024 el pago por uso que se había acordado inicialmente con la Unión Europea.
Éste se estableció en 2021, como un compromiso por parte del Gobierno a cambio de los fondos europeos que había recibido España. Sin embargo, finalmente se ha dado marcha atrás con la idea.
¿A qué se ha debido el cambio? A que España presentó a la Comisión Europea su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en el que se han esgrimido principalmente dos motivos por los que se consideraba que era una mala idea implementar el plan.
El primero es la inflación actual a la que se está enfrentando la economía española y el segundo los problemas económicos que están teniendo lugar como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.
A esto hay que sumar el hecho de que Europa ya contempla implementar a partir de 2027 un pago por la emisión de gases de efecto invernadero, tanto del derivado del transporte por carretera como del de las viviendas, así que si también se aplicase el peaje en autopistas se estaría grabando de manera doble.