En las últimas semanas, el sector del transporte por carretera ha venido manifestando una enorme preocupación por la nueva escalada en los precios de los combustibles que se lleva produciendo en los últimos tres meses.
En el caso del gasóleo, se sitúa 20 céntimos por encima de los precios que tenía en el mes de junio, con la previsión de que siga incrementándose en las próximas semanas.
En este sentido, cabe recordar que el Gobierno aprobó en junio un Decreto-Ley de prórroga de las principales medidas económicas y ayudas aprobadas en diciembre para dar respuesta a las consecuencias económicas derivadas de la guerra en Ucrania.
En el caso del transporte por carretera, el Gobierno optó por mantener la bonificación de 10 céntimos por litro, al considerarla «de vital importancia» para que estas empresas, en su gran mayoría microempresas, «continúen la senda de recuperación» y sigan operando en el mercado.
Sin embargo, el Decreto preveía la reducción de la bonificación en un 50% a partir del 1 de octubre, lo que a juicio de la Federación, «no parece congruente con la actual situación de escalada de los precios de los combustibles«, pues se prevé que se mantenga hasta final de año.
Pese a ello, desde la Federación consideran que la situación de interinidad política dificulta la aprobación de nuevas ayudas al transporte, ya que la Ley del Gobierno aprobada en 1997 restringe la capacidad legislativa de un Gobierno en funciones, limitando su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos.
En la práctica, previsiblemente habrá que esperar a la conformación de un nuevo Gobierno antes de poder adoptar cualquier medida.
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